TOMA DE POSESIÓN
Como ya hiciese en el anterior mandato, por imperativo legal, y hasta que logremos cambiarla por una que verdaderamente garantice los derechos fundamentales de las personas, prometo cumplir con esta constitución sobre la que ni yo, ni mi generación, ni la mayoría de los concejales presentes en este Pleno, hemos podido votar.
INCORPORACIÓN DE LA CABRERA A LA MANCOMUNIDAD DE RESIDUOS DEL NOROESTE
Como ya hemos comentado en numerosas ocasiones tanto desde Cambiemos Villalba en el anterior mandato como desde Unidas por Collado Villalba en este, tenemos notables discrepancias respecto al modelo de gestión que conlleva la Mancomunidad de Residuos y, por tanto, con lo que supone que esta se amplíe regularmente sin que se tomen medidas para cambiarlo, pese a que muchos partidos, organizaciones y colectivos llevamos años advirtiendo sobre sus numerosos problemas y pidiendo y proponiendo soluciones.
Creemos que la Mancomunidad es a día de hoy un ente desmesurado que sistemáticamente incumple la normativa sobre residuos y las directrices que desde hace años señalan, tanto a nivel europeo como estatal y autonómico, que debe avanzarse hacia un modelo que garantice la reducción, la reutilización, la separación y el tratamiento en origen, la recuperación y reparación y el reciclaje de los residuos generados en nuestros municipios. Las políticas y la práctica de la mancomunidad en los últimos años, sin embargo, han sido las de apostar por soluciones cortoplacistas e inmediatas centradas fundamentalmente en la perpetuación del modelo tradicional, es decir, la continuidad de la recogida de toneladas de basura y su transporte diario con una enorme flota de camiones de gran tonelaje a decenas o cientos de kilómetros para ser depositadas y enterradas en un macrovertedero que década tras década se amplia más y más, contribuyendo al derroche de recursos y energía y a la contaminación ambiental en tránsito y destino. La colmatación de los 4 vasos existentes del macrovertedero de Colmenar Viejo y la iniciativa de la Mancomunidad para la ampliación del mismo con un 5º vaso pese a, como digo, décadas de advertencias para un cambio de rumbo, es la prueba fehaciente de la inamovilidad e inoperancia de esta Mancomunidad frente a los retos energéticos y ecológicos a los que nos enfrentamos, y pone de manifiesto que la apuesta principal de este organismo desde hace décadas es la del continuismo con ese ineficiente y contaminante modelo tradicional.
Entendemos, no obstante, que dado el sistema económico y productivo, resulta imposible para muchos ayuntamientos abordar por si solos el tratamiento de buena parte de la basura que se genera en sus términos municipales; hasta los productos más simples implican hoy día tal cantidad de elementos en su fabricación y empaquetado que es imposible que todos los municipios, y especialmente los más pequeños, dispongan de la tecnología necesaria para tratarlos. Pero, como decimos, ello no implica que esto deba solventarse a través de macromancomunidades cuya única perspectiva es seguir enviando y enterrando basura: podría solventarse invirtiendo cuanto antes en políticas municipales que fomenten la economía circular y creando mancomunidades más pequeñas que aborden la gestión de todo aquello que no pueda ser tratado por los propios municipios.
Y hablando de gestión local de residuos, de separación en origen y tratamiento de proximidad, no podemos dejar de recordar que tras años después de su aprobación en Pleno y siendo supuestamente una de las apuestas de este Equipo de Gobierno, Collado Villalba no dispone aún de una Planta de Compostaje propia que podría contribuir a esa gestión local y tratamiento en proximidad, con todos los beneficios ecológicos, económicos y sociales que ello supone. Queremos animarle a que se de prisa, señor Pizarro, porque las perspectivas para el próximo mandato y para el futuro en general no son halagüeñas, y sabemos que usted es consciente de la importancia y el papel estratégico que esa planta puede jugar para el municipio, por lo que le pedimos que impulse cuanto antes los trámites para la puesta en marcha de dicha instalación.
Termino, sin dejar de señalar una vez más la opacidad y dificultad para acceder a la información relativa a la política y la economía de la Mancomunidad, así como la poco deseable predominancia de los perfiles políticos frente a los técnicos en sus espacios decisorios, y pese a la no poca tentación de votar en contra, votaremos abstención.