Antes de negar con la cabeza, asegúrate de que la tienes (Truman Capote). Es el consejo que me gustaría dar hoy a nuestro equipo de gobierno, tras escuchar la respuesta que escuchamos el pleno pasado cuando Cambiemos Villalba e Izquierda Unida les propusimos poner en marcha una Campaña de convivencia e integración intercultural en nuestro municipio. Y es que aunque parezca imposible, nuestra concejala de Servicios Sociales no deja de superarse a sí misma en su capacidad de sorprendernos. Esta vez, su reacción inmediata a la lectura de nuestra propuesta fue expresar que se sentía ofendida porque con ella la señalábamos como racista y xenófoba. Insuperable, de verdad. Y tras una perorata en la línea del síndrome de Peter Pan del que tanto gusta esta “penitencia de gobierno”- como muy bien la llama un amigo con quien tantas veces coincido en sus juicios-, constatamos una vez más que nuestro municipio vive en aquel rousseauniano “mejor de los mundos posibles” y que aquí, mentar los posibles problemas o si quiera abrir las puertas a los vecinos y vecinas para escuchar si pueden existir o incluso prevenirse, es como mentar al diablo.
Esto desespera pero lo siguiente que voy a contar, directamente cabrea. El pasado sábado 21 de octubre la asociación –comunidad islámica Al Hijrah de nuestro municipio llevó a cabo una iniciativa para promover precisamente esta integración y participación de sus miembros en la comunidad villalbina. La idea, participar en la campaña de donación de Sangre de Cruz Roja – que como saben se lleva a cabo periódicamente instalando un autobús en la Plaza de los Belgas- entrañaba un gesto simbólico, además del propio fin solidario de la donación como tal. Pues bien, cuando esta asociación comunicó a nuestro ayuntamiento que instalarían una mesa informativa para facilitar y traducir en su caso a las personas de origen marroquí la gestión y acceso a esta acción, la respuesta del mismo fue que “(…) por motivos de seguridad no es posible autorizar esta actividad al estar ocupada la zona por el Mercadillo Artesano que se celebra todos los meses (tercer sábado de cada mes).
Burda respuesta, avergonzante excusa e indignante argumento, cuando cualquiera que unas pocas semanas semanas antes, el 22 de septiembre, se paseara por el mercadillo ordinario del viernes – muy transcurrido como es costumbre- pudo comprobar cómo nuestro PP villalbino instaló una hermosa mesa informativa con toda su parafernalia propagandística , para “recoger sugerencias de los vecinos e informar de los dos años de gobierno de Cristina Cifuentes” como anunciaban en su página de Facebook.
A la vista de los hechos, conclusiones van:
- Que hay actos que entrañan peligro, (como por ejemplo esta acción por la solidaridad y la integración para la donación de sangre), según quien los promueva, porque así lo decide quién manda aquí.
- Que el equipo de gobierno no sólo no va a mover un dedo para promover y gestionar la diversidad cultural en nuestro municipio, sino que parece decidido a impedir cualquier iniciativa ciudadana que se proponga dar un paso en este sentido.
- Que ante esta manera de proceder, una no puede, al pensar en la cabeza de esta corporación, estremecerse y preguntarse…Por favor, ¿hay alguien ahí?