Aunque ya en el último pleno respondí uno a uno a los argumentos de nuestra nueva pluriconcejala – también encargada ahora del área de Cementerio- , contra la remunicipalización de este ineludible y esencial servicio , vuelvo aquí a dar respuesta a las declaraciones que hace pocos días ha estado realizado en algunos medios de comunicación locales.
En primer lugar se empeñó entonces en decir que las tarifas eran inferiores a las que en realidad se están cobrando, haciendo una muy personal –y errónea- lectura de la propia ordenanza municipal que las regula y también contradiciendo los propios datos que la hasta ahora empresa adjudicataria presentó en su memoria económica del periodo gestionado, constatando, como ya sabe todo el mundo, que justo antes de la privatización del servicio, en junio de 2012, el gobierno en mayoría del Partido Popular aprobó el subidón de dichas tarifas, aumentando astronómicamente las mismas .
El principal motivo expuesto – la coartada general esgrimida ante cualquier peligroso conato remunicipalista allá donde mande el PP- , es la incapacidad de contratar de nuestro Ayuntamiento, ahogado por la mano visible del Plan de Ajuste y la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Sin embargo, en este caso, dicho argumento queda totalmente invalidado, al estar contemplados en nuestro presupuesto actual dos puestos reservados y presupuestados precisamente para estos fines: uno de oficial enterrador y otro de ayudante de cementerio. Otra cosa muy diferente es que políticamente nuestro equipo de gobierno, al parecer alérgico a la gestión pública, decida dar prioridad al pago de deuda con esta partida antes que a cubrir dichas plazas, lo cual permitiría recuperar la gestión directa del servicio generando dos nuevos puestos de trabajo . Puestos con los que además perfectamente se podría cubrir la jornada laboral que exige el horario del cementerio, un total de 59 horas semanales de apertura como indican los pliegos del nuevo contrato, y no “las 24 horas de los 365 días” como señaló la concejala en el último Pleno.
Resulta también al menos curioso que la edil haga referencia a la multiplicidad de tareas que requiere este servicio, alabando con rotundidad el buen hacer de cualquier empresa privada y apelando a la incapacidad de nuestros empleados públicos para llevarlas a cabo. Sin embargo, tal como ha puesto de manifiesto el informe de fiscalización de la Cámara de Cuentas relativo a , entre otros, los servicios funerarios de los municipios madrileños de más de 20.000 habitantes, nuestro Ayuntamiento no tiene hasta ahora ni un solo mecanismo de control y fiscalización sobre la gestión y mantenimiento del cementerio, así como tampoco acceso a las posibles quejas y reclamaciones que los usuarios hayan presentado contra la empresa. Depositar confianza ciega en las manos privadas, sin contar con un solo informe de gestión que avale la calidad del servicio prestado, y relegar por el contrario a la inutilidad e incapacidad a los trabajadores municipales, dice mucho del ideario político de desmantelamiento de lo público de nuestro equipo de gobierno. Por el contrario, y a la vista del informe técnico aportado para el nuevo procedimiento de contratación, el mantenimiento realizado por la actual adjudicataria parece haber sido muy deficiente, puesto que la empresa entrante tendrá que invertir más de 26.000 euros en reponer y reparar las instalaciones que la empresa saliente debería haber dejado en perfectas condiciones.
Por último, desmontar la amenaza de la señora concejala de que si se remunicipaliza el cementerio habría que subir las tasas. Precisamente, tras conocer cómo los beneficios reales de PARCESA durante los cuatro años del contrato se han multiplicado por cuatro respecto a las previsiones iniciales calculadas por la propia empresa, estamos seguros de que eliminando la importante diferencia de lucro entre los costes y los beneficios, la recuperación de la gestión directa del servicio posibilitaría por el contrario volver a ofrecer tarifas mucho más cercanas a las anteriores al subidón que preparó el terreno para la privatización.
Sólo terminar con un consejo a nuestra pluriconcejala. Para la próxima ocasión, en vez de repetirse con argumentos que nos obligan a responder para desmontarlos, le agradeceríamos mucho que simplemente se limitase en sus declaraciones a hacer uso de la frase de Talleyrand, el glorioso artífice francés de la restauración absolutista de la Europa postnapoleónica : “Lo que no puede ser , no puede ser, y además es imposible”. Y aquí paz y después gloria.